La Junta Nacional de la Conferencia de Liderazgo de Religiosas (LCWR) se une con las comunidades inmigratorias, obispos Católicos y otras organizaciones que urgen a los miembros del Senado para que se adopten una reforma amplia de la inmigración cuando se regresen a Washington. Mientras que se reconocen la necesidad para una aplicación más efectiva de la ley, LCWR insiste que lo que es necesario es una solución amplia a la crisis de inmigración, una que reconoce la dignidad humana y los derechos de todas las personas.
Recién la reforma inmigratoria ha captado las primeras páginas nacionales. El 7 de abril, el senado no pudo invocar una clausura al debate de S.2454 (el proyecto de la ley con términos medios) titulado La Acción de Reforma Amplia de la Inmigración de 2006. Mientras que esto proyecto de ley incluyo muchas de las provisiones promovidas por la Campaña de Justicia para Inmigrantes del USCCB (LA Conferencia de Obispos Católicos de los EEUU), también incluyo provisiones duras de aplicación opuestas por los Obispos. Unos días después, el 10 de abril, miles de inmigrantes, documentados y indocumentados, y sus partidarios participaron en motines masivas en todo el país, exigiendo una reforma amplia de inmigración que incluye reunificaciones de familias, protección para trabajadores y un medio hacia la legalización.
Los miembros de congregaciones que son parte de LCWR han trabajado por muchos años en nombre de los emigrantes, inmigrantes y refugiados y siguen estando en solidaridad con sus hermanos y hermanas inmigratorios. La Junta Nacional mira la legislación inmigratoria como una prueba de la fibra moral de este país y su compromiso a los valores básicos del valor humano, la dignidad y la libertad que nos abrasamos como una nación.
La declaración de la Conferencia de Religiosas se lee lo siguiente:
“La Junta Nacional de la Conferencia del Liderazgo de Religiosas (LCWR) está en solidaridad con las hermanas e hermanos inmigrantes quienes buscan una reforma amplia de la inmigración en este país. Como miembro de la Campaña de Justicia para Inmigrantes de la USCCB( La Conferencia de Obispos de los EEUU), LCWR promueve la legislación que incluye la reunificación familiar, un camino hacia una legalización válida, protecciones para los trabajadores y una política efectiva en la frontera, que es humana en vez de punitiva.
Los miembros de LCWR representan aproximadamente 70,000 religiosas Católicas en los EEUU, algunas de ellas inmigrantes mismos y algunos de ellas trabajan estrechamente relacionadas con la población inmigrante. Las religiosas creen y enseñan la tradición social Católica basada en la vida humana y la dignidad humana de todas personas. Esta tradición incluye el mandato bíblico de acoger al extranjero. Desde 1985, durante sus asambleas anuales, los miembros de LCWR han dado el visto bueno a 11 diferentes resoluciones enfocadas en la solidaridad con los refugios, inmigrantes, o víctimas del tráfico humano y se han comprometido a acciones específicas incluyendo la educación, la abogacía, poniéndose al alcance a los demás, la oración y la ayuna. En este momento, LCWR está con los inmigrantes, los obispos Católicos y todos los que trabajan para una legislación que asegura la reforma amplia de la inmigración en los EEUU.”
19 de abril, 2006
Translation: Doris Regan O.P. (Columbus)